
De nuevo viajamos al ritmo de las calurosas tardes, el olor a césped mojado, los interminables días en la piscina del pueblo, las abuelas que no cesan en sus mimos, las fiestas, las verbenas, los amigos, que ahora son como la sombra que nos da una tregua en el tórrido remolino de la adolescencia...; en fin tantas y tantas paradas tiene vuestro viaje que solo la distancia de los años os hará conocer la importancia de vivirlas.
Y es que viajáis por uno de los más hermosos parajes de nuestra vida, LA ADOLESCENCIA, ese sinuoso camino del que vais a disfrutar y que os enseñará las reglas que habréis de seguir en adelante.
Vivid, sin prisa, pero sin pausa, corred, reíd, llorad, LEED, escuchad, seleccionad, dormid, dialogad (sin estridencias), alimentaos de la savia del árbol viejo, pues no porque esté su copa lejos de vuestros incipientes nudos, de vuestras jóvenes ramas, son tan diferentes. Ellos han tomado el tren antes que vosotros, pero el camino es el mismo; os enseñarán a sortear los peligros que todo viaje entraña, con ternura y con paciencia, como el peregrino que va delante de vosotros y sabe dónde llovió, dónde hizo frío, dónde rodó al tropezar...
Solo podréis ser COMPETENTES si vivís, por eso, ahora que las jornadas pasan con mayor calma y placidez a través de la ventana de vuestro vagón, no olvidéis que el verdadero viaje está dentro de vosotros, y que, sin ningún tipo de temor, siempre vais a seguir hacia adelante; los ritmos comienzan a ser diferentes, pero no por eso el amigo que, de repente, parece que ha tocado demasiado el freno, o , el acelerador, es mejor o peor que vosotros, es, simplemente, DIFERENTE, pero siempre será vuestro amigo, si lográis no perderlo de vista, si lo ayudáis a reconducir su VIAJE.
El verano es nuestro viaje, ha sido para mí un honor compartir el paisaje del invierno con vosotros, por eso deseo que a la vista de los parajes dorados que deja el sol extremeño recordéis que por un tiempo fui vuestra guía, junto a vuestros padres, fui la peregrina que iba delante, despejando de ramas el camino para que pudierais alcanzar esta estación en las mejores condiciones emocionales e intelectuales.
Gracias por compartir conmigo vuestro camino, SALUD, para continuarlo y MUCHA SUERTE, aunque ya sabéis... la suerte siempre está de parte de los valientes, y a vosotros os pertenece escoger: LA VALENTÍA DE VIVIR, o la cobardía para quedarse estancados en esta parada. VIAJAD, SED VALIENTES, os sobran ganas, y se os ofrecen las herramientas y las oportunidades. VIVID, es la única manera de avanzar. SED FELICES, es la mejor manera de vivir.
Un saludo, y mucho cariño para todos.